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lunes, 16 de marzo de 2020

Guía 1 Estudios Sociales, República Cafetalera


CAPÍTULO I
Según fuentes consultadas, el café se introdujo a El Salvador en la época de la Colonia, a tal grado que se reconoce que en el año de 1740 llegó a este país desde las islas del Caribe.
Se dice que el cultivo del café en Centroamérica fue con fines comerciales  a partir de 1803, con la exoneración del impuesto del diezmo y la alcabala por un período de 10 años a toda persona que sembrara en el reino de Guatemala.
En el caso de El Salvador, fue en 1840 con la llegada del inmigrante brasileño Antonio Coelho, que estimuló la producción de café en su hacienda " La Esperanza" , ubicada en las afueras de San Salvador.
Otras fuentes manifiestan que el café se introdujo a El Salvador en el año de 1846, por el Presidente Eugenio Aguilar.  Este dato es el más reconocido, ya que estimuló la producción de café con acuerdos proteccionistas para que cultivasen el nuevo producto que contrarrestará los efectos de la caída de la exportación del añil. Esto se debió a la aparición de los colorantes artificiales en AlemaniaChina y otras zonas asiáticas.
El ingreso del café a El Salvador no fue por casualidad. Existen varios motivos por la cual se dio, entre los que se destacan:
1-La industria añilera, que era el principal producto agrícola de exportación, mostraba signos de agotamiento, debido a la guerra civil interna en los Estados Unidos; esta guerra hizo que los Estados Unidos bajara el valor y el volumen de las exportaciones añileras de El Salvador.
2-Los comerciantes europeos aumentaron sus compras de añil proveniente de Asia.
3-El aparecimiento de los productos químicos. Su aparición sustituyó al añil. Esto hizo que la demanda de añil se redujera drásticamente como producto de exportación.
4-El cultivo del café ya se venía dando desde varias décadas anteriores, por lo que al dejar de cultivar el añil, aumentó un avance del cultivo del café.
Poco a poco el café fue reemplazando al cultivo del añil, lo que implicó cambios drásticos en las clases oligárquicas terratenientes de la época, como se manifiesta en la expresión que A. White:
" Cierto número de familias cuya riqueza se había basado en el añil se opacaron, mientras que otras que tempranamente vieron la oportunidad presentada por el café ocuparon sus puestos. Estas provinieron principalmente de las filas de los inmigrantes extranjeros y las clases medias urbanas, no de orígenes rurales. Surgió así la Oligarquía de los cafetaleros que llegó a ejercer un control casi total sobre el país" 
El Sr. Eduardo Cilindres también nos manifiesta que el añil no era ya un producto económicamente rentable, por lo que se le buscaron sustitutos, " frutos de mayor esperanza" , es decir, productos agrícolas que pudiesen exportarse.
Es así como se formó la constitución y consolidación de un Estado-nación cafetalero, basado en la posesión de la propiedad privada de un pequeño grupo de terratenientes, que explotaban la fuerza de trabajo de las mayorías y usaban el poder político para realizar un tipo de Nación que les beneficiara.
En la década de 1840, algunas propiedades del Estado habían sido dadas en calidad de " propiedad privada" par el cultivo del café.
Nuevamente el Sr. Eduardo Colindres señala que a partir de 1958, el criterio para que una tierra comunal fuese otorgada era que fuese cultivada en sus 2/3 partes de café; en caso contrario, regresaba al Estado. Las municipalidades debían dar árboles de café a sus ciudadanos para que los cultivases. Un decreto de 1846 daba un tratamiento especial a quien cultivase café otro " fruto de mayor esperanza" , así, aquel que tuviese 5000 árboles de cafeto, no pagaba impuestos municipales durante 10 años, ni impuesto de exportación durante los 7 primeros años y sus trabajadores se encontraban exentos del servicio militar.
El General Gerardo Barrios transfirió haciendas públicas para el cultivo del café, en 1859. Para tal fin, dictó una serie de medidas como: declarar como propiedad privada los terrrenos baldíos que durante cinco años fueran cultivados de café, devolver a los contribuyentes cincuenta centavos por quintal (de lo que había sido cobrado sobre las exportaciones de café y hierro). Para tener derecho a esa devolución sobre el hierro, tenía que ocuparse éste en la fabricación de carretas. Todo esto provocó la avaricia por las tierras ejidales y comunales en 1864, tanto de europeos como de norteamericanos. Estos últimos se ubicaron en el municipio de Zaragoza, al sur de San Salvador, donde " se ofrecían sitios regalados a todas aquellas personas honorables y trabajadoras interesadas en cultivas azúcar o café".
CAPÍTULO II
PRESIDENTE ZALDÍVAR Y LA REFORMA DEL ESTADO SALVADOREÑO
Se dice que en la década de 1870, el café tuvo un gran impulso en su cultivo. Esto generó una reestructuración agraria, transformando la forma de la tenencia de la tierra. Más de cuarenta pueblos regularon el uso de los ejidos entre 1878 y 1880.
Para que la producción de café se obtenga, pasa por un período largo de crecimiento, por eso se tenía la necesidad de una seguridad en la posesión de la tierra para hacer la inversión. Como en su momento la mayor parte de la tierra era comunal, era necesario crear decretos para suprimir la forma de tenencia y posesión de la tierra salvadoreña.
En 1881, el Presidente Dr. Rafael Zaldívar (1876-1885)  publicó varias leyes destinadas a despojar a los indígenas de las tierras comunales y ejidales. Según su investigación que realizó, en 1879,  sobre el desarrollo de la agricultura, arrojó como resultado la necesidad de reformar ya que  era " un sistema arcaico e ineficaz en el uso de la tierra" .
Rafael Zaldívar manifestaba que " la existencia de tierras bajo la propiedad de las comunidades, impide el desarrollo agrícola, estorba la circulación de la riqueza y debilita los lazos familiares y la independencia del individuo."
Razones por las cuales el 26 de febrero de 1881 se crearon decretos de expropiaron tierras comunales y ejidos, con el fin de estimular la expansión del cultivo del café a través de la propiedad de la tierra. Estos decretos facilitaron la obtención de tierras a los cafetaleros.
Sin embargo no todos los gobernantes estuvieron de acuerdo con la abolición de estas tierras ejidales y comunales. Algunos de ellos fueron el de San Salvador y Ahuachapán. Este último no sólo hizo caso omiso sino que además siguió conservando y ampliando las tierras comunes, como si ignorara la abolición legal, según se manifiesta:
“Asimismo, emitió juicios sobre límites de las posesiones comunales que pertenecían a Jujutla, Guaymango y Ataco y prohibió la venta de cualquier terreno que pertenecía a Apaneca pese a la privatización de una de las zonas que debido a la extensión de las tierras comunales, fue de las más afectadas"
La Iglesia Católica no quedó exenta de estas reformas. Los bienes eclesiásticos que se poseían fueron reestructurados, aunque fueron pocos dichos bienes.
El Estado creó leyes para garantizar la mano de obra en las fincas, creando para ello la Ley de Jornalero y Jueces Agrícolas (con esta Ley se evitaba que los campesinos emigraran a las ciudades o fuesen a trabajar en las plantaciones bananeras en Honduras. Servía para reclutar, controlar y garantizar que la mano de obra no escapara de la región). Estas leyes establecían la obligatoriedad del trabajo y la posibilidad de que los caficultores obtuviesen la mano de obra disponible en las distintas etapas del desarrollo del cultivo del café: siembra, poda, limpia, recolección y pepena.
Los terratenientes trataron de extender sus propiedades lo más posible aprovechando que cualquiera podía reclamar libremente la tierra común como propiedad. Estas pasaron a ser legales desde la creación del Registro de Propiedad Raíz e Hipotecas, en 1884.
Las comunidades indígenas que lucharon por sus ejidos fueron obligadas a defenderse en los tribunales, a tal grado que vendían sus tierras para poder costear los gastos del litigio, aprovechándose los grupos de clase media y extranjeros para la compra de tierras.
Los campesinos pobres o sin tierra ganaban un salario por tareas de trabajo en fincas y haciendas ajenas. Algunos de ellos recibían, en la hacienda, la comida y un pequeño salario que era pagado en fichas, las cuales sólo eran cambiables en la tienda de la finca, que para colmo de males, era la tienda del dueño de la finca.
Los dueños de las fincas necesitaban emplear a un gran número de trabajadores para la producción y recolección del grano de oro. Santa Ana, Sonsonete y Ahuachapán  es una de las zonas primeras de la producción del café. Para esa época y todavía a mediados del siglo XX, muchas personas viajaban desde el interior del país, otros departamentos y países visitaban Santa Ana con el fin de ir a la recolección del grano de café.
Posteriormente se establece el cultivo del café en los Departamentos de la Libertad y San Vicente, así como también  en la cordillera del Volcán Chaparrastique. Más adelante, se incentiva el cultivo en Usulután, Santiago de María, Tecapán y Jucuapa. En San Vicente, todos sus pueblos tenían viveros de café, excepto Santa Clara.
La pregunta que se hace es: ¿Y los bosques vírgenes? La respuesta la tiene el Alcalde de Sonsonate que expresó:
" sería muy beneficioso reglamentar los comunes, obligándolos a tener un administrador, un tesorero, para el mejor manejo de sus intereses… así se harían más productibles las selvas vírgenes, abundantes en buenas maderas, vainilla, pita flojo, jengibre, bálsamo."
Los cambios en la forma de la tenencia de la tierra, favoreció a un pequeño grupo que tenía el control del Estado, entre ellos se mencionan a los Presidentes de la República productores de café: Dueñas, Regalado, Escalón, Figueroa, Orellana, Menéndez, Alfaro, Palomo, etc.
Por estos motivos, se entiende la sucesión de Constituciones Políticas tan rápido, como la de 1871, 1872, 1880, 1883 y 1886. Todo era para legitimar la nueva forma de tenencia de la tierra y la estructuración de la nueva sociedad.
Así nace la nueva Oligarquía Cafetalera de El Salvador. Este grupo oligárquico había conseguido establecer su dominio total, amparado en la Constitución Política de 1886, que duró más de cincuenta años.





INSTITUTO NACIONAL CIUDAD OBRERA DE APOPA
ACTIVIDAD GRUPAL EVALUADA  1 UNIDAD 2 “HISTORIA SOCIAL Y ECONOMICA DE EL SALVADOR” DE ESTUDIOS SOCIALES II -TEMA: “LA REPUBLICA CAFETALERA”
INDICACION: Lea y analice el documento y desarrolle los aspectos establecidos en el cuadro inferior. (Enviar la información al correo mgjaimeantonio@gmail.com entre el 16 y 22 de marzo del corriente año, sino preséntela hasta el día que se reanuden las clases)
LEYES APROBADAS
CAMBIOS ECONOMICOS Y SOCIALES MAS TRASCENDENTALES































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